La
escena bufa con Manolo el Chafandín hizo que en la casa de doña
Leonarda se le considerara a Andrés como a un héroe. Lulú le llevó
un día al taller de la Venancia. La
Venancia
era una de estas viejas secas, limpias, trabajadoras; se pasaba el
día sin descansar un momento.
5Tenía
una vida curiosa. De joven había estado de doncella en varias casas,
hasta que
murió
su última señora y dejó de servir.
La
idea del mundo de la Venancia era un poco caprichosa. Para ella el
rico, sobre todo el aristócrata, pertenecía a una clase superior a
la humana.
Un
aristócrata tenía derecho a todo, al vicio, a la inmoralidad, al
egoísmo; estaba como 10por
encima de la moral corriente. Una pobre como ella, voluble, egoísta
o adúltera
le
parecía una cosa monstruosa; pero esto mismo en una señorona lo
encontraba
disculpable.
A
Andrés le asombraba una filosofía tan extraña, por la cual el que
posee salud, fuerza, belleza y privilegios tiene más derecho a otras
ventajas, que el que no conoce más que 15la
enfermedad, la debilidad, lo feo y lo sucio.
Aunque
no se sabe la garantía científica que tenga, hay en el cielo
católico, según la gente, un santo, San Pascual Bailón, que baila
delante del Altísimo, y que dice siempre:
Más,
más, más. Si uno tiene suerte le da más, más, más; si tiene
desgracias le da también más, más, más. Esta filosofía
bailonesca era la de la señora Venancia. (…)
20Algunas
veces Andrés trató de convencer a la planchadora de que el dinero
de la gente rica procedía del trabajo y del sudor de pobres
miserables que labraban el campo, en las dehesas y en los cortijos.
Andrés afirmaba que tal estado de injusticia podía cambiar; pero
esto para la señora Venancia era una fantasía.
—Así
hemos encontrado el mundo y así lo dejaremos —decía la vieja,
convencida de 25que
su argumento no tenía réplica.
“Historia
de la Venancia”, capítulo VII de la 2ª parte (Las carnarias).
Pío
Baroja, El
árbol de la ciencia.
ANÁLISIS
DE LA SUBJETIVIDAD DEL TEXTO
Podemos
decir que se trata de un texto subjetivo por varias razones:
En
el nivel
morfosintáctico abundan
las oraciones compuestas que expresan matices, puntos de vista del
protagonista. Ej.: Aunque
no se sabe la garantía científica que tenga, hay en el cielo
católico, según la gente, un santo, San Pascual Bailón, que baila
delante del Altísimo, y que dice siempre…
O los períodos sintácticos entre las líneas 13 y 15, 20 y 22.
Expresiones
y perífrasis verbales que muestran duda: no se sabe, según la
gente, podía cambiar, etc.
Recursos
literarios propios de este nivel, como el asíndeton: ‘al vicio, a
la inmoralidad, al egoísmo’/ más, más, más, que sirve para
agilizar la expresión. La anáfora: Así
hemos encontrado el mundo y así
lo dejaremos, que enfatiza el pensamiento tradicionalista de esta
mujer.
En
el nivel
léxico-semántico, uso
de sustantivos que impactan al receptor y que poseen una acusada
connotación negativa: vicio, inmoralidad, egoísmo, adúltera, etc.
Estos sustantivos son un reflejo de la situación político-social de
la época.
Abundancia
de verbos de dicción, pensamiento y sentimiento: asombraba, no
conoce, considerara, le parecía, lo encontraba (en el sentido de que
lo veía como), no se sabe, afirmaba, puesto que es un texto en el
que predomina la exposición de ideas, propio de las novelas
intelectualistas de los miembros de la Generación del 98.
Hay
adjetivos de connotación negativa que se refieren a la arbitrariedad
con que son juzgados los defectos según los tengan la clase
trabajadora o los ricos: egoísta, monstruosa, extraña. Y adjetivos
de connotación positiva para referirse a las cualidades de mujeres
como la Venancia que vivían para el trabajo por pura necesidad:
secas, limpias, trabajadoras.
Se
emplea algún recurso literario de este nivel como la comparación
subjetiva: “se le considerara a Andrés como a un héroe”.
Otras
formas de expresar la subjetividad
en el texto son el uso de mecanismos de cohesión textual como la
isotopía semántica, con un campo asociativo referido a la moralidad
de la época: vicio, inmoralidad, egoísmo, adúltera, y otro a
cualidades físicas: salud, fuerza, belleza, para resaltar la
superioridad de los ricos. La deixis personal de tercera persona para
redundar en el punto de vista de la Venancia, con el empleo de
adjetivos posesivos y pronombres personales de 3ª persona: su, se,
le, ella. Recurrencia de palabras claves en el texto como
“aristócrata” y “pobre” (en singular y en plural) que
demuestran el antagonismo de las clases sociales de la época.
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