sábado, 30 de enero de 2016

COMENTARIO DE UN FRAGMENTO DE LA ESCENA XI DE LUCES DE BOHEMIA. 2º DE BACHILLERATO.

Detalle del Guernica de Pablo Picasso.

Comentario de la escena undécima.
Luces de bohemia.
Llega un tableteo de fusilada. El grupo se mueve en confusa y medrosa alerta. Descuella el grito ronco de la mujer, que al ruido de las descargas aprieta a su niño muerto en los brazos.

LA MADRE DEL NIÑO: ¡Negros fusiles, matadme también con vuestros plomos!

MAX: Esa voz me traspasa.

LA MADRE DEL NIÑO: ¡Que tan fría, boca de nardo!

MAX: ¡Jamás oí voz con esa cólera trágica!

DON LATINO: Hay mucho de teatro.

MAX: ¡Imbécil!
El farol, el chuzo, la caperuza del sereno, bajan con un trote de madreñas por la acera.

EL EMPEÑISTA: ¿Qué ha sido, sereno?

EL SERENO: Un preso que ha intentado fugarse.

MAX: Latino, ya no puedo gritar... ¡Me muero de rabia!... Estoy mascando ortigas. Ese muerto sabía su fin... No le asustaba, pero temía el tormento... La Leyenda Negra, en estos días menguados, es la Historia de España. Nuestra vida es un círculo dantesco. Rabia y vergüenza. Me muero de hambre, satisfecho de no haber llevado una triste velilla en la trágica mojiganga. ¿Has oído los comentarios de esa gente, viejo canalla? Tú eres como ellos. Peor que ellos, porque no tienes una peseta y propagas la mala literatura, por entregas. Latino, vil corredor de aventuras insulsas, llévame al Viaducto. Te invito a regenerarte con un vuelo.

DON LATINO: ¡Max, no te pongas estupendo!

Organización de las ideas
Fragmento de la obra de teatro, Luces de bohemia de Valle-Inclán. Se trata de un texto dialogado en prosa, perteneciente al género dramático, que formalmente se divide en diez intervenciones de distintos personajes y dos acotaciones de tono descriptivo. Su estructura interna puede dividirse en dos partes que se corresponden con dos momentos dramáticos diferentes aunque relacionados entre sí: la primera, en la que se presenta la tragedia sobre la que gira la escena, y la segunda en la que el protagonismo es ocupado por la reacción y pensamiento de Max Estrella.  Sus ideas se organizan, pues, del modo siguiente:
Primera parte:
Primera acotación:
·         Miedo de la gente tras una ráfaga de disparos que mata a un niño.
Intervención de tres personajes: reacciones ante la muerte de  un niño.
·         Desesperación de una madre a la que le han matado el hijo.
·         Contraste entre la compasión de Max Estrella y la insensibilidad de don Latino.
Segunda parte:
Segunda acotación:
·         Descripción esperpéntica de la aparición del sereno.
Intervención de cuatro personajes: formas contrapuestas de entender la misma realidad.
·          Impotencia de Max ante la injusticia de la España de la época que le lleva a desear la muerte.
·         Indiferencia de don Latino.
Resumen
            Max Estrella reacciona con compasión y sensibilidad ante la trágica muerte de un niño y el dolor de su madre tras las revueltas callejeras, mientras que Latino responde con cinismo. Al primero le invade la impotencia pero se siente orgulloso de no haber participado en un sistema tan injusto y propone a su cobarde acompañante la muerte de ambos como redención.
Tema
Crítica a la situación sociopolítica y moral de la España de la época.
Comentario crítico del contenido
            Fragmento de la escena undécima de la obra Luces de bohemia, de Valle-Inclán,   el dramaturgo más innovador de la Generación del 98. Es un texto dialogado en el que destaca la presencia del emisor y del receptor que continuamente se intercambian sus funciones. Predomina un uso del registro formal en la intervención de Max Estrella con un empleo del nivel culto de la lengua, salpicado de expresiones coloquiales. Las funciones del lenguaje que sobresalen son la expresiva, la apelativa y la fática.
Se trata de uno de los fragmentos más famosos de la obra. Desde el inicio llama la atención la reacción de Max,  porque si al comienzo de la obra no le hacía falta ver para comprender lo que sucedía a su alrededor, ahora con solo escuchar la voz trágica de la mujer y los disparos de los fusiles, es consciente de la gravedad y de la locura de lo acontecido. Comprende que los más desfavorecidos también son los menos protegidos por el Estado. Por el contrario, la indiferencia, la frialdad y cinismo de don Latino, ejemplifican una conducta tan opuesta a la del amigo, que bien podría decirse que son las dos caras de la España del momento, la que Machado tan atinadamente describió en su poema El mañana efímero.  Asimismo, en ese drástico contraste de caracteres es donde luce más el esperpento, por eso Valle elige a una madre desvalida que accidentalmente se encontraba en el lugar de los hechos porque, como afirma en otra parte de la obra, no hubo toque de queda. Si ante la muerte de un niño don Latino reacciona sin empatía, alejándose de cualquier sentimiento de compasión, Max se desploma. En el comportamiento de frialdad exagerada de don Latino, Valle aplica la técnica del distanciamiento, que es una forma de expresar la deshumanización de la vida contemporánea, y que ejemplifica una de los procedimientos más eficaces del esperpento.
La crítica no se dirige solo a don Latino, sino también a los que estaban acomodados en su clase, en su tranquilidad burguesa, y no tenían conciencia de la situación, no se sentían implicados en los problemas provocados por las desigualdades sociales. Sin embargo, los que habían decidido no participar en ese orden de cosas, como el protagonista, Me muero de hambre, satisfecho de no haber llevado una triste velilla en la trágica mojiganga, se sienten orgullosos de no tener que deberle nada a ese sistema que tan mal trata a los que menos tienen. Max no es un obrero, tiene una gran formación cultural, pero en la peregrinación de ese día en el que ha podido convivir unas pocas horas con uno de los pocos personajes que Valle no ha convertido en fantoche, el obrero catalán, se siente como uno de ellos; en esas circunstancias para él no hay diferencias de clase, sino ausencia o presencia de conciencia, de humanidad, de vergüenza.  Don Latino es tan pobre como cualquiera de los manifestantes, sin embargo, su cobardía e insensibilidad lo apartan de ellos.
La escena es un reflejo de la situación social y política del momento. No puede olvidarse que, comparada con otros países europeos, España tenía un gran atraso económico, político, social y cultural. Por otra parte, el gobierno del conservador Maura no supo contentar las aspiraciones de la clase obrera e incluso redactó la Ley del Terrorismo contra los movimientos obreros, como puede apreciarse en esta escena.
Max menciona la reaparición de la Leyenda Negra española como un símbolo de la impunidad con que actúa el poder contra los que no tienen nada. No puede considerarse civilizado un país que impone su autoridad a base de fuerza, nos viene a decir el autor entre otras cosas, entendiéndose entonces la famosa sentencia España es una deformación grotesca de la civilización europea. En su desesperación, no se le ocurre nada mejor que intentar suicidarse en el viaducto, pero él ya se siente regenerado, mientras que le asquea la actitud del que dice llamarse su amigo. Derrotismo y pesimismo que también se aprecian en el personaje de Andrés Hurtado de El árbol de la ciencia.
En definitiva, fragmento indispensable para comprender la altura estética del esperpento y para apreciar el cambio operado en la evolución personal de Valle, pues del individualismo estetizante de las primeras obras, pasa a una concepción nueva del arte provocada, en parte, por su conciencia de los males sociales de la España del momento.

COMENTARIO DE UN FRAGMENTO DE LA ÉGLOGA I DE GARCILASO DE LA VEGA. 1º DE BACHILLERATO.

Comentario de un texto poético de Garcilaso de la Vega
Égloga I

¿Dó están agora aquellos claros ojos
que llevaban tras sí, como colgada,
mi alma, doquier que ellos se volvían?
¿Dó está la blanca mano delicada,
llena de vencimientos y despojos,                    5
que de mí mis sentidos l’ofrecían?
           Los cabellos que vían
           con gran desprecio al oro
           como a menor tesoro
¿adónde están, adónde el blanco pecho?      10
¿Dó la columna qu’el dorado techo
con proporción graciosa sostenía?
Aquesto todo agora ya s’encierra,
           por desventura mía,
en la escura, desierta y dura tierra.                  15
Aspectos textuales
Organización de las ideas
            Texto perteneciente a la Égloga I del poeta Garcilaso de la Vega. Formalmente está compuesto por una estancia de quince versos heptasílabos y endecasílabos. La estructura interna del poema consta de dos partes bien diferenciadas puesto que el contenido de la primera se diferencia del de la segunda aunque los dos se relacionen: la primera es una evocación nostálgica de la belleza de la amada y la segunda, en la que aparece el motivo poético, supone el reconocimiento de la triste realidad. Sus ideas se organizan, pues, de la siguiente forma:
            Introducción. Versos 1-12: Fugacidad de la belleza corporal:
·         Asombro ante la desaparición de la belleza física de la amada.
Enunciación del motivo poético. Versos 13-15: Perplejidad y dolor ante la realidad de la muerte.
Resumen
            La voz poética se lamenta por la muerte de la amada y se pregunta con dolor cuál habrá sido el destino de su hermosura haciendo un recorrido por las partes del cuerpo femenino, para responderse al final que está sepultada bajo tierra.

Tema
            Dolor por la muerte de la amada.
Comentario crítico del contenido
            La estancia XX forma parte de la Égloga I de Garcilaso de la Vega. Pertenece al género lírico y dentro de este a la canción petrarquista de tema amoroso. Como forma de elocución utiliza la descripción, en concreto la prosopografía. La perspectiva que adopta es subjetiva y llena de contrastes. Las funciones del lenguaje que predominan son la expresiva, la apelativa,  puesto que con las preguntas retóricas se implica al lector, y la poética o estética.
            La lectura de esta estancia conmueve por la sinceridad de los sentimientos descritos. Aunque el tema del ubi sunt  ya lo puso de moda Jorge Manrique en las Coplas a la muerte de su padre referido a la caída en desgracia de muchos señores pertenecientes a la alta nobleza o a la inconsistencia de todo lo material, Garcilaso lo actualiza aquí para señalar el absurdo de que una mujer joven y bellísima tenga que morir tan pronto.  Cuando la voz poética nos comunica que su alma se quedaba suspendida cada vez que su amada lo miraba, no lo dice como juego literario sino que nos transfiere su dolor y perplejidad y los hacemos nuestro. Estamos viendo a una mujer real pero idealizada por la que sufre.
            Desde los primeros versos puede observarse la separación entre lo religioso y lo profano, característica muy renacentista, porque la voz poética expresa su dolor sin consuelo, sin presencia en el poema de la vida eternal como diría Manrique. Pero, además, ese reconocimiento del propio dolor ante la muerte es una forma de exaltación del hombre que incluso en el pesar sigue siendo medida de todas las cosas (antropocentrismo). Y, en conexión con este tema, se presenta el del reconocimiento y alabanza del cuerpo. El cuerpo femenino se describe una y otra vez en numerosos poemas de la época, aunque siempre idealizado por el paradigma de belleza vigente en aquel siglo: ojos claros, piel blanca y delicada, cuello esbelto, cabello rubio que responde al tópico literario de la descriptio puellae. Uno de los rasgos que le confiere tan alta belleza es la proporción armoniosa de todas las partes del cuerpo, como se observa en las esculturas grecolatinas, ¿Dó la columna qu’el dorado techo con proporción graciosa sostenía?
Como hemos dicho, está solo con su dolor y nada puede consolar el hecho de que una mujer tan bella y tan joven yazga bajo tierra. El optimismo, el racionalismo, el intelectualismo, el espíritu crítico, ingredientes que forman parte de la ideología del hombre renacentista, se quiebran cuando llega la muerte de la amada. El dolor es algo irracional.
            Como se deduce de la lectura de la égloga I, aceptar la muerte de la amada es aceptar el caos y el desequilibrio del universo: la vida pierde su sentido, todo pierde la finalidad para lo que había sido creado. Si el amor es el motor del mundo, la muerte es su paralización.
            Esta concepción del amor recibida de Petrarca, se alimenta de la influencia del neoplatonismo: Platón entendía la separación de la realidad en dos planos: el de las ideas y el del mundo sensible, siendo el de las ideas la causa primera del mundo. De esta forma, aunque el poeta perciba una mujer real, su mente la trascendentaliza, la convierte en un dechado de perfecciones ideales muy próxima a la noción de divinidad. La amada se representa a menudo ya no como ser en sí, sino como imagen grabada en el corazón del poeta.  Sin embargo, si ella muere, muere también la armonía del universo, el ideal. Si el universo y la naturaleza parecen estar a disposición del hombre en esta época, si él es la medida de todas las cosas y centro de lo creado, la muerte es considerada una amenaza contra la que es inútil rebelarse. Hay que señalar, no obstante, que el dolor aquí manifiesto no alcanza el grado de patetismo de otras composiciones de épocas posteriores, quizás por la influencia del senequismo. Incluso el dolor se muestra con mesura y contención.
            En definitiva, esta estancia de Garcilaso es representativa de la concepción del amor petrarquista de la época, así como de la nueva forma de hacer poesía caracterizada por la elegancia, la musicalidad, la armonía, el equilibrio que supone la plena asimilación de las formas y metros italianos.






miércoles, 6 de enero de 2016

EJEMPLO DE COMENTARIO CRÍTICO PARA 1º DE BACHILLERATO.


Sir John Everett Millais.

Comentario crítico de las coplas VIII y IX
de las Coplas a la muerte de su padre
VIII
  Ved de cuán poco valor
son las cosas tras que andamos
  y corremos,
que, en este mundo traidor,
aun primero que muramos 5
  las perdemos.
  Dellas deshaze la edad,
dellas casos desastrados
  que acaeçen,
dellas, por su calidad, 10
en los más altos estados
  desfallescen.
                    IX
  Dezidme: La hermosura,
la gentil frescura y tez
  de la cara, 15
la color e la blancura,
cuando viene la vejez,
  ¿cuál se para?
  Las mañas e ligereza
e la fuerça corporal 20
  de juventud,
todo se torna graveza
cuando llega el arrabal
  de senectud.
Organización de las ideas
Texto compuesto por dos coplas manriqueñas de pie quebrado formada por doce versos de rima consonante cada una. Su coherencia se muestra en una estructura interna que organiza el contenido en dos partes: la primera, de tema más general, abstracto y filosófico, y la segunda, que ejemplifica de modo más concreto. De forma más explícita:
Primera parte (vv. 1-12): Inconsistencia de los bienes materiales:
·         Corta duración de esos bienes.
·         Transformación de todo por el paso del tiempo.
·         Cambios debidos a acontecimientos inesperados.
·         Pérdida de la riqueza y poder de los altos estamentos.
Segunda parte (vv. 13-24): Pérdida de la belleza y fuerza corporal:
·         La vejez como destino de la belleza física del rostro.
·         La torpeza y lentitud como fin de la agilidad y fuerza de la juventud.
Resumen
La voz poética reflexiona sobre la vanidad de las cosas del mundo y sobre la fragilidad de todo lo conseguido por el hombre y se fija en la belleza y lozanía de la juventud y los contrasta con la decrepitud de la vejez para mostrar los efectos del paso del tiempo.
Tema
Inconsistencia de los bienes materiales debido al paso del tiempo.
Comentario crítico del contenido
Estas coplas pertenecen a una composición lírica de carácter elegíaco, Coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique. En ella el poeta expresa su parecer sobre la inconsistencia y poco valor de las cosas de este mundo, con un tono exhortativo y moralizador. Manrique elige la segunda y primera personas del plural porque así comparte la reflexión con el lector de forma más directa y ese recurso también contribuye a acentuar su universalidad y atemporalidad. Las funciones del lenguaje que destacan son la apelativa, referencial y la expresiva.
Como dijimos al comienzo, el poeta parte de una reflexión general para centrarse en la copla IX en algo más concreto: el paso de la juventud a la vejez. En la copla VIII Manrique habla de los aspectos que arrastrarían la ambición de un hombre del siglo XV perteneciente a su clase social. No nombra nada en concreto, simplemente se refiere a las cosas tras que andamos y corremos, pero en la segunda sextilla aclara que son causantes de esa pérdida: la edad, o sea, el paso del tiempo; los casos desdichados, inesperados, que accidentalmente pueden suceder, y se fija, al final, en los más altos estados desfallecen” que alude a la caída de los privados tras la muerte de don Álvaro de Luna. El paso del tiempo todo lo trastoca y cambia, pero no a todos los estamentos preocuparía por igual. Si su familia tuvo  la fortuna de no cambiar de situación, otros nobles de la época, por el contrario, sufrieron las consecuencias de las interminables guerras y cayeron en desgracia.
Manrique se mueve en la contradicción de un siglo que sirve de llave entre la concepción religiosa de la Edad Media y las ideas humanistas del Renacimiento. Y eso se aprecia de alguna forma en los versos 4 a 6 en los que el poeta deja entrever la desolación que le produce tener que dejar esta vida y todo lo que en ella ha logrado, por eso llama al mundo traidor, aunque sea un tópico, y dice aun primero que muramos las perdemos, que demuestran que su fe cristiana es vulnerable en ese aspecto, pues seguramente al pueblo llano que aparece en las Coplas de Mingo Revulgo, La Panadera o El Provincial lo que más le preocuparía a la hora de morir sería abandonar a sus seres queridos, pues apenas disfrutaban de posesiones ni sabían del juego político, pero que tenían que sufrir los abusos de hombres de la clase de Manrique. Es decir, Manrique se obstina en defender la vida eterna como única perdurable y valiosa y describe las consecuencias del paso del tiempo, pero no concibe una vida sin posesiones y sin poder; contradicción de los que tradicionalmente han querido ocultar las prerrogativas de su alto status con argumentos religiosos y morales.
A continuación, en la copla IX se fija en ejemplos de la pérdida de la belleza juvenil: en los primeros cuatro versos se recrea en el ideal de belleza femenina de la época, y en los siguientes en la prestancia del varón, para contrastarlos con la fealdad de la vejez; en el hombre, no obstante, destaca más su actividad y en la mujer su pasividad, su belleza como objeto digno de ser admirado. Pero el tratamiento que recibe la muerte es similar al de la vejez: el poeta no se recrea en descripciones macabras o desagradables tan abundantes en su tiempo, sino que la nombra casi como una abstracción, porque su intención es moral. La vejez y la muerte alcanzan a todo el mundo y todos debemos aprender la lección del paso del tiempo; sin embargo, esa reflexión no parece ejercer en él el efecto perseguido, pues Jorge Manrique siguió luchando por mantener su poder en la sociedad de la época y no le importó participar en la guerra civil desatada contra los adversarios de Isabel I, batalla en la que perdió la vida. Puede deducirse pues, que, por encima de todo, a la nobleza de la época le atemorizaba perder los privilegios.
En resumidas cuentas, estas dos coplas han sabido adecuar a la perfección el contenido con la forma, y nos han facilitado la comprensión de la mentalidad nobiliaria de la época, característica del fin del feudalismo, y la visión contradictoria entre la concepción religiosa medieval y la más humanista, que señalan la oscilación entre los viejos y los nuevos tiempos.






EJERCICIO CORREGIDO SOBRE LA SUBJETIVIDAD DE LOS TEXTOS. 2º DE BACHILLERATO.


La escena bufa con Manolo el Chafandín hizo que en la casa de doña Leonarda se le considerara a Andrés como a un héroe. Lulú le llevó un día al taller de la Venancia. La
Venancia era una de estas viejas secas, limpias, trabajadoras; se pasaba el día sin descansar un momento.
5Tenía una vida curiosa. De joven había estado de doncella en varias casas, hasta que
murió su última señora y dejó de servir.
La idea del mundo de la Venancia era un poco caprichosa. Para ella el rico, sobre todo el aristócrata, pertenecía a una clase superior a la humana.
Un aristócrata tenía derecho a todo, al vicio, a la inmoralidad, al egoísmo; estaba como 10por encima de la moral corriente. Una pobre como ella, voluble, egoísta o adúltera
le parecía una cosa monstruosa; pero esto mismo en una señorona lo encontraba
disculpable.
A Andrés le asombraba una filosofía tan extraña, por la cual el que posee salud, fuerza, belleza y privilegios tiene más derecho a otras ventajas, que el que no conoce más que 15la enfermedad, la debilidad, lo feo y lo sucio.
Aunque no se sabe la garantía científica que tenga, hay en el cielo católico, según la gente, un santo, San Pascual Bailón, que baila delante del Altísimo, y que dice siempre:
Más, más, más. Si uno tiene suerte le da más, más, más; si tiene desgracias le da también más, más, más. Esta filosofía bailonesca era la de la señora Venancia. (…)
20Algunas veces Andrés trató de convencer a la planchadora de que el dinero de la gente rica procedía del trabajo y del sudor de pobres miserables que labraban el campo, en las dehesas y en los cortijos. Andrés afirmaba que tal estado de injusticia podía cambiar; pero esto para la señora Venancia era una fantasía.
Así hemos encontrado el mundo y así lo dejaremos —decía la vieja, convencida de 25que su argumento no tenía réplica.

Historia de la Venancia”, capítulo VII de la 2ª parte (Las carnarias).
Pío Baroja, El árbol de la ciencia.

ANÁLISIS DE LA SUBJETIVIDAD DEL TEXTO

Podemos decir que se trata de un texto subjetivo por varias razones:
En el nivel morfosintáctico abundan las oraciones compuestas que expresan matices, puntos de vista del protagonista. Ej.: Aunque no se sabe la garantía científica que tenga, hay en el cielo católico, según la gente, un santo, San Pascual Bailón, que baila delante del Altísimo, y que dice siempre… O los períodos sintácticos entre las líneas 13 y 15, 20 y 22.
Expresiones y perífrasis verbales que muestran duda: no se sabe, según la gente, podía cambiar, etc.
Recursos literarios propios de este nivel, como el asíndeton: ‘al vicio, a la inmoralidad, al egoísmo’/ más, más, más, que sirve para agilizar la expresión. La anáfora: Así hemos encontrado el mundo y así lo dejaremos, que enfatiza el pensamiento tradicionalista de esta mujer.
En el nivel léxico-semántico, uso de sustantivos que impactan al receptor y que poseen una acusada connotación negativa: vicio, inmoralidad, egoísmo, adúltera, etc. Estos sustantivos son un reflejo de la situación político-social de la época.
Abundancia de verbos de dicción, pensamiento y sentimiento: asombraba, no conoce, considerara, le parecía, lo encontraba (en el sentido de que lo veía como), no se sabe, afirmaba, puesto que es un texto en el que predomina la exposición de ideas, propio de las novelas intelectualistas de los miembros de la Generación del 98.
Hay adjetivos de connotación negativa que se refieren a la arbitrariedad con que son juzgados los defectos según los tengan la clase trabajadora o los ricos: egoísta, monstruosa, extraña. Y adjetivos de connotación positiva para referirse a las cualidades de mujeres como la Venancia que vivían para el trabajo por pura necesidad: secas, limpias, trabajadoras.
Se emplea algún recurso literario de este nivel como la comparación subjetiva: “se le considerara a Andrés como a un héroe”.
Otras formas de expresar la subjetividad en el texto son el uso de mecanismos de cohesión textual como la isotopía semántica, con un campo asociativo referido a la moralidad de la época: vicio, inmoralidad, egoísmo, adúltera, y otro a cualidades físicas: salud, fuerza, belleza, para resaltar la superioridad de los ricos. La deixis personal de tercera persona para redundar en el punto de vista de la Venancia, con el empleo de adjetivos posesivos y pronombres personales de 3ª persona: su, se, le, ella. Recurrencia de palabras claves en el texto como “aristócrata” y “pobre” (en singular y en plural) que demuestran el antagonismo de las clases sociales de la época.

martes, 5 de enero de 2016

PRÓXIMO COMENTARIO PARA 2º DE BACHILLERATO



 

Pió Baroja, El árbol de la ciencia. VII parte, La experiencia del hijo.

El médico dejó a Lulú que descansara. La madre quiso ver el niño muerto. Andrés, al tomar el cuerpecito sobre una sábana doblada, sintió una impresión de dolor agudísimo, y se le llenaron los ojos de lágrimas.
Lulú comenzó a llorar amargamente.
5—Bueno, bueno —dijo el médico—, basta; ahora hay que tener energía.
Intentó provocar la expulsión de la placenta, por la compresión, pero no lo pudo conseguir. Sin duda estaba adherida. Tuvo que extraerla con la mano. Inmediatamente después, dio a la parturienta una inyección de ergotina, pero no pudo evitar que Lulú tuviera una hemorragia abundante.
10Lulú quedó en un estado de debilidad grande; su organismo no reaccionaba con la necesaria fuerza.
Durante dos días estuvo en este estado de depresión. Tenía la seguridad de que se iba a morir.
—Si siento morirme —le decía a Andrés— es por ti. ¿Qué vas a hacer tú, pobrecito, sin 15mí? —y le acariciaba la cara.
Otras veces era el niño lo que la preocupaba y decía:
—Mi pobre hijo. Tan fuerte como era. ¿Por qué se habrá muerto, Dios mío? Andrés la miraba con los ojos secos.
En la mañana del tercer día, Lulú murió. Andrés salió de la alcoba extenuado.
20Estaban en la casa doña Leonarda y Niní con su marido. Ella parecía ya una jamona; él un chulo viejo lleno de alhajas. Andrés entró en el cuartucho donde dormía, se puso una inyección de morfina, y quedó sumido en un sueño profundo.
Se despertó a media noche y saltó de la cama. Se acercó al cadáver de Lulú, estuvo contemplando a la muerta largo rato y la besó en la frente varias veces.
25Había quedado blanca, como si fuera de mármol, con un aspecto de serenidad y de indiferencia, que a Andrés le sorprendió.
Estaba absorto en su contemplación cuando oyó que en el gabinete hablaban.
Reconoció la voz de Iturrioz, y la del médico; había otra voz, pero para él era desconocida.
30Hablaban los tres confidencialmente.
—Para mí —decía la voz desconocida— esos reconocimientos continuos que se hacen en los partos, son perjudiciales. Yo no conozco este caso, pero, ¿quién sabe? quizá esta mujer, en el campo, sin asistencia ninguna, se hubiera salvado.
La naturaleza tiene recursos que nosotros no conocemos.
35—Yo no digo que no —contestó el médico que había asistido a Lulú—; es muy posible.
—¡Es lástima! —exclamó Iturrioz—. ¡Este muchacho ahora, marchaba tan bien!
Andrés, al oír lo que decían, sintió que se le traspasaba el alma. Rápidamente, volvió a su cuarto y se encerró en él.


Organización de las ideas.
Texto narrativo, fragmento de la novela, El árbol de la ciencia de Pío Baroja. Formalmente se divide en varios párrafos de desigual extensión. Su estructura interna es la propia de los textos narrativo pues, aunque es un fragmento, puede apreciarse una primera parte que es el planteamiento en la que se presentan los personajes y la situación inicial, una segunda que es el nudo puesto que en ella se desarrolla la acción de forma gradual y coherente y la tercera que es el desenlace en el que el personaje cierra todas las acciones anteriores como consecuencia lógica de lo narrado. De forma más explícita:
o   Primera parte. Planteamiento (líneas 1-4): Dolor inconsolable de la pareja por la muerte del hijo.
o   Segunda parte. Nudo (líneas 5-26): Abatimiento de Andrés por la muerte de Lulú:
·        Estado depresivo de ella tras el parto.
·        Conciencia de su propia muerte y de la soledad en la que quedará Andrés.
·        Muerte de Lulú.
·        Perplejidad de Andrés ante la muerte.
o   Tercera parte. Desenlace (líneas 27-39): Descubrimiento de Andrés de su dura nueva realidad:
·        Divagaciones de unos asistentes sobre la sabiduría de la Naturaleza para resolver sin tanta asistencia los partos.
·        Reflexión sobre la mala fortuna de Andrés.
·        Dolor insoportable de Andrés ante la conciencia de esa reflexión.

Resumen

            Tras el dolor por la muerte del recién nacido y las complicaciones del parto, la madre no se recupera. Le apena la soledad en la que quedará su marido tras su inminente muerte que ocurre poco después. Andrés queda destrozado y toma conciencia de su propio dolor y mala suerte cuando unos invitados comentan su situación.

 Tema

Insoportable dolor de Andrés por las muertes de su hijo y de su mujer.