martes, 10 de noviembre de 2015

PAUTAS PARA HACER UN COMENTARIO DE TEXTO.





" Hay un momento en que todos los obstáculos se derrumban, todos los conflictos  se apartan, y a uno se le ocurren cosas que no había soñado, y entonces no hay en la vida nada mejor que escribir".

 Gabriel García Márquez.


COMENTARIO DE TEXTO.
1º Y 2º DE BACHILLERATO.
Organización de las ideas.
Para contestar de forma adecuada esta pregunta, primero debes hacer una introducción en la que incluirás el nombre de la obra y el autor (si el texto es periodístico, el tipo de subgénero, el autor y el nombre del periódico). A continuación, indicarás cuál es su estructura externa y terminarás mencionando su estructura interna (las partes en las que lo divides según el contenido).
Seguidamente, indicarás el nombre de cada parte (por ejemplo: planteamiento, nudo y desenlace si el texto es narrativo o dramático; introducción, desarrollo y conclusión si es expositivo o argumentativo o, primera, segunda... parte si no coincide con ninguna de las estructuras convencionales. Hay que tener en cuenta que las estructuras no son tan rígidas como a menudo se estudian, por lo que habrá que adaptarse a las peculiaridades de cada texto).
Lo normal es partir de una idea general en cada parte para después concretar las ideas más específicas. Tenéis modelos en los que podéis comprobar eso. No consiste en resumir el contenido sino en extraer la idea principal (empleo de sustantivos abstractos).
Esta pregunta se termina con la justificación de la estructura. En este apartado hay que explicar por qué consideras que tiene esa estructura interna.
Ejemplo:
Tirada 139

Inculpa de menos-valer a los infantes

  "Decidme, ¿qué os he hecho, infantes de Carrión?
  ¿Cuándo de burlas o veras, ofenderos pude yo?
  Ante el juicio de la corte hoy pido reparación.
  ¿Para qué me desgarrasteis las telas del corazón?
5   Al marcharos de Valencia yo os entregué mis dos
  hijas con buenas riquezas y con el debido honor.
  Si no las queríais ya, canes de mala traición,
  ¿por qué fuisteis a sacarlas de Valencia la mayor?
  ¿Por qué las heristeis luego con cincha y con espolón?
10  En el robledal quedaron doña Elvira y doña Sol
  a la merced de las fieras y las aves del Señor.
  Estáis, por haberlo hecho, llenos de infamia los dos.
  Ahora que juzgue esta corte si no dais satisfacción".
Poema de Mío Cid.
Organización de las ideas
                Texto dialogado que se incluye en un texto narrativo. Es un fragmento de una tirada del Poema de Mío Cid. En su estructura externa destaca una tirada de trece versos monorrimos de rima asonante. En la interna, pueden distinguirse dos partes: la primera en la que el Cid se autodefiende empleando preguntas retóricas, y la segunda en la que destaca una narración de lo que los infantes le hicieron a sus hijas y el cierre de su intervención al final en la que dirige la responsabilidad de la defensa de su honor a las Cortes. De forma más explícita:
Primera parte: (vv. 1-4):
·         Autodefensa del Cid en las cortes:
-          Reconocimiento de su trato honorable a sus yernos.
-          Incomprensión de la actitud cruel de los infantes.
-          Exigencia de reparación.
Segundo parte: (vv. 5-11):
·         Resumen del abyecto comportamiento de los infantes con las hijas:
-          Honradez y riqueza de sus hijas.
-          Incomprensión de su crueldad injustificada.
-          Declaración pública de la deshonra de los infantes tras los hechos.
Cierre: (vv. 12-13):
·         Honorabilidad del Cid al acatar el poder de las Cortes.
Justificación de la estructura.
            La estructura interna de este texto se divide en dos partes puesto que se aprecia un cambio no sólo en el contenido, sino en el tipo de discurso que se emplea. Si al principio predominan las preguntas retóricas y el desahogo emocional del personaje, en la segunda se introduce la narración de lo acontecido como un modo de reforzar los argumentos de su defensa, por lo que se incrementa la progresión informativa y la coherencia. Su intervención se cierra con una apelación a las Cortes.
Resumen.
Se explica bien todo lo que se debe hacer para elaborar un buen resumen en el enlace del Proyecto Lingüístico de Centro:
http://www.iesmajuelo.com/index.php?f=prylinguistico
Tema.
Consiste en expresar en pocas palabras la idea fundamental del texto.
El tema de este texto podría ser: Exigencia de reparación de la honra del Cid.
Comentario crítico del contenido.
El comentario crítico también se divide en varias partes. En la introducción volveremos a indicar el nombre de la obra y el autor (si el texto es periodístico, el tipo de subgénero, el autor y el nombre del periódico) y la época o el movimiento literario al que pertenece. Mencionaremos el tipo de texto que es, si adopta una perspectiva objetiva o subjetiva, si utiliza un registro formal o informal, la intención que persigue y las funciones del lenguaje que emplea.
En el desarrollo partiremos del tema central para, a continuación, ir analizando las ideas que ya señalamos en la organización de las ideas. Es fundamental informarse sobre la época, el autor o el asunto para que tu criterio sobre el tema sea más consistente y objetivo. Como ya sabrás, no consiste en volver a repetir lo que ya se expresa en el texto, sino en analizar de qué manera se reflejan las ideas de la época o de la tendencia estética. En esta parte también se puede hablar de la perspectiva que adopta el autor (si es muy incompleta, poco consistente, está muy ideologizada, etc.)
Al final, puedes aportar tu punto de vista en primera persona, pero es aconsejable que en el desarrollo utilices la tercera.
En la conclusión se resaltan las peculiaridades del texto (originalidad, actualidad, si es polémico o no, etc.) y su aportación a la literatura o al pensamiento actual si es periodístico.

EJEMPLO DE COMENTARIO CRÍTICO DEL CONTENIDO.
Hacer y destruir. Columna.
ELVIRA LINDO 26 ENE 2011
Hacer siempre es difícil. Hacer una mesa sólida, dar una buena clase, preparar una comida sabrosa, escribir un artículo redondo, pintar un cuadro misterioso, cortar un vestido elegante, crear una novela memorable, componer una canción para recordar. Hacer algo bien es siempre difícil. Pero, si me apuran, aunque el resultado no apunte a la excelencia, la mesa no sea práctica, la clase resulte tediosa, la comida insulsa y la canción olvidable también habrá detrás un trabajo. Hacer supone un riesgo. No siempre los resultados son como uno espera. Sea como fuere, me merecen más respeto los que hacen que los que, protegidos por su inactividad, se dedican solo a reaccionar ante las obras de otros. Cuánto le gustaba a Pla esa frase de Paul Valéry, "la horrible facilidad de destruir". Sí, ese es el signo de los tiempos, la tendencia imparable a emitir un juicio inmediato sobre lo que otros hacen. Todos formamos parte de un jurado popular. Entramos en un artículo y comentamos, "este tío no tiene ni puta idea de lo que dice"; o alertamos a nuestros amigos de las redes sociales, "mucho me temo que ese libro es pura bazofia". Casi ni hace falta ver las cosas que otro hace para juzgarlas. Lo importante, en esta democracia de la reacción, es la rapidez con que uno puede aliviar su ira. Jaron Lanier, uno de los pioneros de Internet que popularizó el término "realidad virtual", ya alertó sobre esa cultura reactiva, que no se limita a la Red sino que se ha instaurado como costumbre: incluso las columnas están plagadas de reacciones ante lo que han escrito otros. Hacer siempre es difícil; reaccionar, sencillo. Hay personas que viven reaccionando. Y me pregunto cómo hay tantas reacciones en horario laboral: ¿no será que quienes reaccionan tan iracundos ante lo que hacen otros no están cumpliendo adecuadamente con su propio trabajo?

Comentario crítico del contenido.
            Columna escrita por la novelista Elvira Lindo para el diario El País. En el texto predomina la argumentación como forma de elocución, por lo que destaca la subjetividad expresiva. Su estructura dialéctica facilita el análisis de dos puntos de vista opuestos y amplía la perspectiva del enfoque que defiende la autora al final. Como todos los textos de este tipo, va dirigido a un público heterogéneo por lo que el registro utilizado es formal y el lenguaje y el estilo empleados no entrañan muchas dificultades.
            Si en un principio Elvira Lindo comienza el artículo afirmando que hacer siempre es difícil, a continuación matiza dicha aseveración añadiendo el adverbio bien porque, ciertamente, no todo lo que se hace es difícil. Si una persona no pone el empeño o la concentración necesarios en lo que hace porque no le preocupa demasiado el resultado, tal vez le resulte fácil el desempeño de cualquier tarea. Efectivamente, hay un trabajo detrás, pero es un trabajo carente de interés por la ausencia de esmero, de dedicación e incluso de respeto. No cabe duda de que el esfuerzo ajeno ya merece de por sí un respeto, pero en esa valoración hay una escala. Además, la autora sólo se refiere a la cultura reactiva negativa, no a la positiva. Es decir, ¿cuántas veces se juzga un trabajo con adjetivos como maravilloso, sublime, insuperable sin haber sido analizado con profundidad? La cultura de la inmediatez adolece de falta de seriedad porque lo importante no sólo es la obra en sí, que a menudo pasa a un segundo plano, sino la rapidez con que puede emitirse un juicio sobre ella a otra persona, sin importar si los argumentos, el estudio, la documentación han sido suficientemente sopesados. En una sociedad donde existen una cultura y un arte tan mercantilizados, donde lo importante no es disfrutar o pensar sino consumir productos culturales, es normal que todos participemos de esa tendencia tan imprudente y nociva. La cultura y el arte se convierten así en meros objetos que se almacenan con la misma celeridad con  que son desechados, qué más da que el juicio sea acertado, lo importante es demostrarle a los demás que ya se ha consumido y que, por lo tanto, se está al día.
            Es complicado saber si los juicios negativos superan a los positivos o viceversa, pero es obvio que los dos participan en la sociedad actual de la misma precipitación. La cultura reactiva provoca, además, que personas que no merecen ocupar  la posición de privilegio de que disfrutan, vivan saboreando las mieles del triunfo. Basta con que en las redes sociales se ponga algo de moda para que cualquiera salte a la fama o que, como dice la autora, se menosprecie con decisión un trabajo que ha supuesto años de esfuerzo y sacrificios.
            Quizás sea algo exagerado plantear de forma irónica que los que reaccionan de modo tan agresivo al trabajo de otros es que tal vez no estén cumpliendo con el suyo o que se están distrayendo en horario laboral. Como hipótesis, se puede aceptar, pero también se puede aceptar que se trate de una persona tan escrupulosa con su trabajo que vea fallos en el de casi todos y es que, en el fondo, ese no el problema. Criticar no es censurable siempre que se respete el trabajo ajeno, siempre que se valoren también los aciertos y eso ayude a mejorar profesionalmente. Lo censurable es criticar para menospreciar, para destruir por el placer de hacerlo.
            Texto, en definitiva, interesante porque manifiesta una de las patologías de la sociedad actual: la reacción inmediata ante cualquier hecho, sea de índole física o intelectual, sin dedicar el tiempo necesario a la reflexión y al análisis pausado.
           

1 comentario: