" Hay un momento en que todos los obstáculos se derrumban, todos los
conflictos se apartan, y a uno se le ocurren cosas que no había soñado,
y entonces no hay en la vida nada mejor que escribir".
Gabriel García Márquez.
COMENTARIO
DE TEXTO.
1º
Y 2º DE BACHILLERATO.
Organización
de las ideas.
Para contestar de forma
adecuada esta pregunta, primero debes hacer una introducción en la que
incluirás el nombre de la obra y el autor (si el texto es periodístico, el tipo
de subgénero, el autor y el nombre del periódico). A continuación, indicarás
cuál es su estructura externa y terminarás mencionando su estructura
interna (las partes en las que lo divides según el contenido).
Seguidamente, indicarás
el nombre de cada parte (por ejemplo: planteamiento, nudo y desenlace si
el texto es narrativo o dramático; introducción, desarrollo y conclusión si es
expositivo o argumentativo o, primera, segunda... parte si no coincide con
ninguna de las estructuras convencionales. Hay que tener en cuenta que las
estructuras no son tan rígidas como a menudo se estudian, por lo que habrá que
adaptarse a las peculiaridades de cada texto).
Lo normal es partir de
una idea general en cada parte para después concretar las ideas más
específicas. Tenéis modelos en los que podéis comprobar eso. No consiste en resumir
el contenido sino en extraer la idea principal (empleo de sustantivos
abstractos).
Esta pregunta se
termina con la justificación de la estructura. En este apartado hay que
explicar por qué consideras que tiene esa estructura interna.
Ejemplo:
Tirada
139
Inculpa de menos-valer a los infantes
"Decidme, ¿qué os he hecho, infantes de Carrión?
¿Cuándo de burlas o veras, ofenderos pude yo?
Ante el juicio de la corte hoy pido reparación.
¿Para qué me desgarrasteis las telas del corazón?
5 Al marcharos de Valencia yo os entregué mis dos
hijas con buenas riquezas y con el debido honor.
Si no las queríais ya, canes de mala traición,
¿por qué fuisteis a sacarlas de Valencia la mayor?
¿Por qué las heristeis luego con cincha y con espolón?
10 En el robledal quedaron doña Elvira y doña Sol
a la merced de las fieras y las aves del Señor.
Estáis, por haberlo hecho, llenos de infamia los dos.
Ahora que juzgue esta corte si no dais satisfacción".
Inculpa de menos-valer a los infantes
"Decidme, ¿qué os he hecho, infantes de Carrión?
¿Cuándo de burlas o veras, ofenderos pude yo?
Ante el juicio de la corte hoy pido reparación.
¿Para qué me desgarrasteis las telas del corazón?
5 Al marcharos de Valencia yo os entregué mis dos
hijas con buenas riquezas y con el debido honor.
Si no las queríais ya, canes de mala traición,
¿por qué fuisteis a sacarlas de Valencia la mayor?
¿Por qué las heristeis luego con cincha y con espolón?
10 En el robledal quedaron doña Elvira y doña Sol
a la merced de las fieras y las aves del Señor.
Estáis, por haberlo hecho, llenos de infamia los dos.
Ahora que juzgue esta corte si no dais satisfacción".
Poema de
Mío Cid.
Organización
de las ideas
Texto
dialogado que se incluye en un texto narrativo. Es un fragmento de una tirada
del Poema de Mío Cid. En su estructura externa destaca una tirada de trece
versos monorrimos de rima asonante. En la interna, pueden distinguirse dos
partes: la primera en la que el Cid se autodefiende empleando preguntas
retóricas, y la segunda en la que destaca una narración de lo que los infantes
le hicieron a sus hijas y el cierre de su intervención al final en la que
dirige la responsabilidad de la defensa de su honor a las Cortes. De forma más
explícita:
Primera
parte: (vv. 1-4):
·
Autodefensa del Cid en las cortes:
-
Reconocimiento de su trato honorable a
sus yernos.
-
Incomprensión de la actitud cruel de los
infantes.
-
Exigencia de reparación.
Segundo
parte: (vv. 5-11):
·
Resumen del abyecto comportamiento de
los infantes con las hijas:
-
Honradez y riqueza de sus hijas.
-
Incomprensión de su crueldad
injustificada.
-
Declaración pública de la deshonra de
los infantes tras los hechos.
Cierre: (vv.
12-13):
·
Honorabilidad del Cid al acatar el poder
de las Cortes.
Justificación de la estructura.
La estructura
interna de este texto se divide en dos partes puesto que se aprecia un cambio no
sólo en el contenido, sino en el tipo de discurso que se emplea. Si al
principio predominan las preguntas retóricas y el desahogo emocional del
personaje, en la segunda se introduce la narración de lo acontecido como un
modo de reforzar los argumentos de su defensa, por lo que se incrementa la
progresión informativa y la coherencia. Su intervención se cierra con una apelación
a las Cortes.
Resumen.
Se explica bien todo lo que se debe hacer para
elaborar un buen resumen en el enlace del Proyecto Lingüístico de Centro:
http://www.iesmajuelo.com/index.php?f=prylinguistico
Tema.
Consiste en expresar en pocas palabras la idea
fundamental del texto.
El tema de este texto podría ser: Exigencia de
reparación de la honra del Cid.
Comentario
crítico del contenido.
El comentario crítico también se divide en varias
partes. En la introducción volveremos a indicar el nombre de la obra y
el autor (si el texto es periodístico, el tipo de subgénero, el autor y el
nombre del periódico) y la época o el movimiento literario al que pertenece.
Mencionaremos el tipo de texto que es, si adopta una perspectiva objetiva o
subjetiva, si utiliza un registro formal o informal, la intención que persigue
y las funciones del lenguaje que emplea.
En el desarrollo partiremos del tema central
para, a continuación, ir analizando las ideas que ya señalamos en la organización de las ideas. Es
fundamental informarse sobre la época, el autor o el asunto para que tu
criterio sobre el tema sea más consistente y objetivo. Como ya sabrás, no
consiste en volver a repetir lo que ya se expresa en el texto, sino en analizar
de qué manera se reflejan las ideas de la época o de la tendencia estética. En
esta parte también se puede hablar de la perspectiva que adopta el autor (si es
muy incompleta, poco consistente, está muy ideologizada, etc.)
Al final, puedes aportar tu punto de vista en
primera persona, pero es aconsejable que en el desarrollo utilices la tercera.
En la conclusión se resaltan las peculiaridades del
texto (originalidad, actualidad, si es polémico o no, etc.) y su aportación a la
literatura o al pensamiento actual si es periodístico.
EJEMPLO
DE COMENTARIO CRÍTICO DEL CONTENIDO.
Hacer y destruir. Columna.
ELVIRA
LINDO 26 ENE 2011
Hacer siempre es difícil. Hacer
una mesa sólida, dar una buena clase, preparar una comida sabrosa, escribir un
artículo redondo, pintar un cuadro misterioso, cortar un vestido elegante,
crear una novela memorable, componer una canción para recordar. Hacer algo bien
es siempre difícil. Pero, si me apuran, aunque el resultado no apunte a la
excelencia, la mesa no sea práctica, la clase resulte tediosa, la comida insulsa
y la canción olvidable también habrá detrás un trabajo. Hacer supone un riesgo.
No siempre los resultados son como uno espera. Sea como fuere, me merecen más
respeto los que hacen que los que, protegidos por su inactividad, se dedican
solo a reaccionar ante las obras de otros. Cuánto le gustaba a Pla esa frase de
Paul Valéry, "la horrible facilidad de destruir". Sí, ese es el signo
de los tiempos, la tendencia imparable a emitir un juicio inmediato sobre lo
que otros hacen. Todos formamos parte de un jurado popular. Entramos en un
artículo y comentamos, "este tío no tiene ni puta idea de lo que
dice"; o alertamos a nuestros amigos de las redes sociales, "mucho me
temo que ese libro es pura bazofia". Casi ni hace falta ver las cosas que
otro hace para juzgarlas. Lo importante, en esta democracia de la reacción, es
la rapidez con que uno puede aliviar su ira. Jaron Lanier, uno de los pioneros
de Internet que popularizó el término "realidad virtual", ya alertó
sobre esa cultura reactiva, que no se limita a la Red sino que se ha instaurado
como costumbre: incluso las columnas están plagadas de reacciones ante lo que
han escrito otros. Hacer siempre es difícil; reaccionar, sencillo. Hay personas
que viven reaccionando. Y me pregunto cómo hay tantas reacciones en horario
laboral: ¿no será que quienes reaccionan tan iracundos ante lo que hacen otros
no están cumpliendo adecuadamente con su propio trabajo?
Comentario crítico del
contenido.
Columna escrita por la novelista Elvira Lindo para el
diario El País. En el texto predomina la argumentación como forma de
elocución, por lo que destaca la subjetividad expresiva. Su estructura
dialéctica facilita el análisis de dos puntos de vista opuestos y amplía la
perspectiva del enfoque que defiende la autora al final. Como todos los textos
de este tipo, va dirigido a un público heterogéneo por lo que el registro
utilizado es formal y el lenguaje y el estilo empleados no entrañan muchas
dificultades.
Si en un principio Elvira Lindo comienza el artículo
afirmando que hacer siempre es difícil, a continuación matiza dicha
aseveración añadiendo el adverbio bien porque, ciertamente, no todo lo
que se hace es difícil. Si una persona no pone el empeño o la concentración
necesarios en lo que hace porque no le preocupa demasiado el resultado, tal vez
le resulte fácil el desempeño de cualquier tarea. Efectivamente, hay un trabajo
detrás, pero es un trabajo carente de interés por la ausencia de esmero, de
dedicación e incluso de respeto. No cabe duda de que el esfuerzo ajeno ya
merece de por sí un respeto, pero en esa valoración hay una escala. Además, la
autora sólo se refiere a la cultura reactiva negativa, no a la positiva. Es
decir, ¿cuántas veces se juzga un trabajo con adjetivos como maravilloso,
sublime, insuperable sin haber sido analizado con profundidad? La cultura
de la inmediatez adolece de falta de seriedad porque lo importante no sólo es
la obra en sí, que a menudo pasa a un segundo plano, sino la rapidez con que
puede emitirse un juicio sobre ella a otra persona, sin importar si los
argumentos, el estudio, la documentación han sido suficientemente sopesados. En
una sociedad donde existen una cultura y un arte tan mercantilizados, donde lo
importante no es disfrutar o pensar sino consumir productos culturales, es
normal que todos participemos de esa tendencia tan imprudente y nociva. La
cultura y el arte se convierten así en meros objetos que se almacenan con la
misma celeridad con que son desechados,
qué más da que el juicio sea acertado, lo importante es demostrarle a los demás
que ya se ha consumido y que, por lo tanto, se está al día.
Es complicado saber si los juicios negativos superan a
los positivos o viceversa, pero es obvio que los dos participan en la sociedad
actual de la misma precipitación. La cultura reactiva provoca, además, que
personas que no merecen ocupar la
posición de privilegio de que disfrutan, vivan saboreando las mieles del
triunfo. Basta con que en las redes sociales se ponga algo de moda para que
cualquiera salte a la fama o que, como dice la autora, se menosprecie con
decisión un trabajo que ha supuesto años de esfuerzo y sacrificios.
Quizás sea algo exagerado plantear de forma irónica que
los que reaccionan de modo tan agresivo al trabajo de otros es que tal vez no
estén cumpliendo con el suyo o que se están distrayendo en horario laboral.
Como hipótesis, se puede aceptar, pero también se puede aceptar que se trate de
una persona tan escrupulosa con su trabajo que vea fallos en el de casi todos y
es que, en el fondo, ese no el problema. Criticar no es censurable siempre que
se respete el trabajo ajeno, siempre que se valoren también los aciertos y eso
ayude a mejorar profesionalmente. Lo censurable es criticar para menospreciar,
para destruir por el placer de hacerlo.
Texto, en definitiva, interesante porque manifiesta una
de las patologías de la sociedad actual: la reacción inmediata ante cualquier
hecho, sea de índole física o intelectual, sin dedicar el tiempo necesario a la
reflexión y al análisis pausado.