martes, 3 de mayo de 2016

COMENTARIO DE TEXTO DE UN FRAGMENTO DE EL SÍ DE LAS NIÑAS REALIZADO POR LA ALUMNA DE 1º DE BACHILLERATO A, MARÍA RODRÍGUEZ CODEJÓN.


Leandro Fernández de Moratín, El sí de las niñas.
Acto tercero, escenas XII-XIII.
D.ª IRENE . ¿Conque hay eso?
D.ª FRANCISCA . ¡Triste de mí!
D.ª IRENE . ¿Conque es verdad lo que decía el señor, grandísima picarona? Te has de acordar de mí. (Se encamina hacia D.ª Francisca muy colérica y en ademán de querer maltratarla. Rita y D. Diego lo estorban.)
D.ª FRANCISCA . ¡Madre!.. . ¡Perdón!
D.ª IRENE . No, señor, que la he de matar.
D. DIEGO . ¿Qué locura es ésta?
D.ª IRENE . He de matarla.
(Sale D. Carlos del cuarto precipitadamente; coge de un brazo a D.ª Francisca, se la lleva hacia el fondo del teatro y se pone delante de ella para defenderla. D." Irene se asusta y se retira)
D. CARLOS . Eso no.. . Delante de mí nadie ha de ofenderla.
D.ª FRANCISCA . ¡Carlos!
D. CARLOS . (A D. Diego.) Disimule usted mi atrevimiento... He visto que la insultaban y no me he sabido contener.
D.ª IRENE . ¿Qué es lo que me sucede, Dios mío ? ¿Quién es usted?... ¿Qué acciones son éstas?... ¿Qué escándalo...?
D. DIEGO . Aquí no hay escándalos... Es e es de quien su hija de usted está enamorada... Separarlos y matarlos viene a ser lo mismo.. . Carlos.. . N o importa... Abraza a tu mujer. (Se abrazan D. Carlos y D." Francisca y después se arrodillan a los pies de D. Diego.)
D.ª IRENE . ¿Conque su sobrino de usted?...
D. DIEGO . Sí señora, mi sobrino, que con sus palmadas y su música y su papel me ha dado la noche más terrible que he tenido en mi vida.. . ¿Qué es esto, hijos míos, qué es esto?
D.ª FRANCISCA . ¿Conque usted nos perdona y nos hace felices?
D. DIEGO . Sí, prendas de mi alma... Sí. (Los hace levantar con expresión de ternura.) D.ª IRENE . ¿ Y es posible que usted se determina a hacer un sacrificio?...
D. DIEGO . Yo pude separarlos para siempre y goza r tranquilamente la posesión de esta niña amable, pero mi conciencia no lo sufre... ¡Carlos!.. . ¡Paquita! ¡Qu é dolorosa impresión me deja en el alma el esfuerzo que acabo de hacer!... Porque , al fin, soy hombre miserable y débil.
D. CARLOS . Si nuestro amor (Besándole las manos), si nuestro agradecimiento pueden bastar a consolar a usted en tanta pérdida...
D.ª IRENE . ¡Conque el bueno de D . Carlos! Vaya que...
D. DIEGO . Él y su hija de usted estaban locos de amor, mientras usted y las tías fundaban castillos en el aire y me llenaban la cabeza de ilusiones que han desaparecido como un sueño... Esto resulta del abuso de autoridad, de la opresión que la juventud padece, éstas son las seguridades que dan los padres y los tutores, y esto lo que se debe fiar en el sí de las niñas... Por una casualidad he sabido a tiempo el error en que estaba... ¡A y de aquellos que lo saben tarde!
D.ª IRENE . E n fin, Dio s los haga buenos, y que por muchos años se gocen... Venga usted acá, señor, venga usted, que quiero abrazarle... (Abrazando a D. Carlos. D." Francisca se arrodilla y besa la mano a su madre.) Hija, Francisquita. ¡Vaya ! Buen a elección has tenido... Cierto que es un mozo mu y galán... Morenillo, pero tiene un mirar de ojos mu y hechicero.


COMENTARIO CRÍTICO, EL SÍ DE LAS NIÑAS.

Resumen:

    Tras ser informada doña Irene por don Diego de que su hija está enamorada de su sobrino y no de él, doña Irene se dispone a maltratarla pero es frenada por don Carlos y por las palabras de don Diego que antepone el amor de la pareja a cualquier trato; y, después de perdonarlos y de reconocer que le habría gustado su enlace con la joven, critica el abuso de autoridad de los padres y tutores de la época que defienden sus intereses egoístas antes que la felicidad de sus hijos.

Tema:

     Crítica al abuso de autoridad de los padres y tutores de la época.

Organización de las ideas:

     Escenas XII-XIII pertenecientes al tercer acto de la comedia El sí de las niñas ( 1806) de Leandro Fernández de Moratín. En su estructura externa se observa que es un texto dialogado con distintas intervenciones de varios personajes. Su estructura interna se divide en tres partes: una primera en la que se plantea el problema; una segunda en la que entran en conflicto los diferentes personajes que defienden sus intereses; y una tercera en la que, finalmente, la relación de don Carlos y doña Francisca es aceptada. De forma más explícita:

        Primera parte( líneas. 1-5). Descubrimiento de la relación de doña Francisca y don Carlos:
                                        - Desconcierto de doña Irene.
                                        - Reproches a doña Francisca por su cambio de actitud.
                                        - Rechazo de la relación por parte de doña Irene.

        Segunda parte( líneas. 6-32). Defensa de don Carlos del matrimonio por amor:
                                        - Defensa de don Carlos a Paquita ante las ofensas de la madre.
                                        - Honorabilidad de don Diego que antepone el amor a su egoísmo.
                                        - Agradecimiento de los enamorados.
        Tercera parte( líneas. 33-44). Conformidad de doña Irene:
                                        - Crítica de don Carlos al abuso de autoridad de los padres de la época.
                                        - Aceptación por parte de doña Irene de la relación.

Comentario crítico:

     Fragmento perteneciente al tercer acto de la comedia El sí de las niñas (1806) de Leandro Fernández de Moratín. La obra está ambientada en el siglo XVIII, durante la Ilustración. Podemos destacar que es de este periodo ya que se ajusta a las normas neoclásicas, respetando la regla de las tres unidades: lugar, tiempo y acción, aportando realismo a la obra. El texto tiene una intención didáctica por eso utiliza un registro formal pero un lenguaje sencillo. Las funciones del lenguaje que predominan son la expresiva, la apelativa y la fática. Al tratarse de un texto dialogado, la función de emisor y receptor se intercambian continuamente.
     El tema fundamental de esta obra es el problema de los matrimonios desiguales. En aquella época la preocupación por el matrimonio era un tema muy generalizado, ya que los padres elegían el destino de sus hijos de forma egoísta y con fines como el de ascender socialmente, lo que es debido a la sociedad estamental del momento. Moratín critica el abuso de poder que los padres ejercen sobre sus hijas y pretende divulgar un pensamiento racional así como mejorar la sociedad. Comparándolo con el momento actual, podemos observar que todo esto ha ido evolucionando y ya para nada es lo que era. La libre elección del estado civil de la mujer ha supuesto un gran cambio en nuestra sociedad. Se observa que en esa época la mujer carecía de cualquier tipo de derechos porque la dominación masculina hacía mucho tiempo que estaba establecida; tanto es así, que aún quedan actitudes machistas difíciles de erradicar. Este texto nos muestra cómo la hija debe ser obediente y someterse a la autoridad de sus padres; sin embargo,  la conclusión a la que debemos llegar es a que los padres deben emplear su autoridad con racionalidad, deben buscar la felicidad y el bienestar de sus hijos por encima de todo y no tratar de imponerles sus decisiones con fines egoístas e irracionales. Considero que en este fragmento se observan claramente dos modelos educativos: uno racional representado por don Diego, que se sacrifica por la felicidad de su amada: “Ése es de quien su hija de usted está enamorada...Separarlos y matarlos viene a ser lo mismo...Carlos...No importa...Abraza a tu mujer” ; y uno irracional representado por doña Irene, que es caprichosa y capaz de imponer a su hija decisiones absurdas tomadas por intereses particulares: “¿Conque es verdad lo que decía el señor, grandísima picarona? ...He de matarla”.

     Por otra parte, cabe destacar la diferencia de edad de don Diego y doña Francisca. En esa época la mayoría de los casamientos eran por conveniencia y las mujeres jóvenes se casaban con hombres de avanzada edad para heredar su fortuna. Todo esto nos muestra la situación de la mujer en aquella época. Al casarse con un hombre mayor que ella, quedaba viuda a los pocos años y, como una mujer sola no estaba bien visto, debía volver a casarse y, así, sucesivamente. Me alegra ver que en la sociedad actual este problema esté desapareciendo casi por completo, aunque en algunas culturas aún prevalezca.  La intención del autor es claramente reformista, quiere establecer un poco de cordura en una sociedad irracional, así como criticar la escasez de derechos y libertades de la mujer, una mujer oprimida que era tratada como un simple objeto de satisfacción para el hombre y como una fábrica de niños. Lo hace a través de don Diego y doña Irene. Esta última refleja la sociedad del momento, don Diego es el personaje reformista, sincero, que actúa según la razón, a través del cual el autor nos inculca valores totalmente opuestos a los entonces establecidos. “Él y su hija de usted estaban locos de amor, mientras que usted y las tías fundaban castillos en el aire y me llenaban la cabeza de ilusiones, que han desaparecido como un sueño... Esto resulta del abuso de autoridad, de la opresión que la juventud padece, éstas son las inseguridades que dan los padres y los tutores, y esto lo que se debe fiar en el sí de las niñas... Por una casualidad he sabido a tiempo el error en que estaba... ¡Ay de aquellos que lo saben tarde!” Con la intervención de don Diego el autor deja claras sus ideas e intenciones. Es la intervención que más me ha llamado la atención ya que expresa y recoge magníficamente todos los temas de la obra: los matrimonios de conveniencia, el carácter egoísta y el abuso de autoridad paterno filial, así como el uso de la razón que se manifiesta cuando don Diego asume y se da cuenta de que casarse con doña Francisca es amarrarla a algo en contra de su voluntad, un sinsentido que amargará la vida de su amada.

     En definitiva, texto magnífico que refleja la situación de la época en la que la mujer vivía oprimida por el abuso de autoridad de sus padres. Asimismo, el autor pone de manifiesto sus ideales, criticando el poder y la sociedad. El amor verdadero prevalece sobre el amor por conveniencia.